martes, 23 abril 2024 - 19:30

¿Agua o lucro?. Ruidoso escrache en las puertas de ABSA

En el día de hoy la Red Ecosocialista y el MST realizaron un escrache en las puertas de la sede central de Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) en la ciudad de La Plata.

Bajo la consigna “Basta de cortes y agua contaminada”, vecinos de distintos barrios se convocaron ante la escasez del bien elemental y la contaminación que se percibe ni bien se abre una canilla. La bronca le ganó a la timidez y tomando el micrófono abierto se escucharon los sucesivos testimonios.

El drama no es coyuntural del verano sino sistemático, tras décadas de desinversión. Veamos un poco de dónde viene este problema.

Reestatización a medias

La empresa ABSA fue creada en el 2002 acompañada de un pomposo discurso de “reestatización” que prometía dejar atrás la lógica privatista de los ‘90. En realidad, la rescisión del contrato con la extranjera Azurix, estuvo al servicio de garantizar la rentabilidad a sus accionistas, responsables del incumplimiento de todos los compromisos de obras e inversiones.

Tras un litigio, el CIADI falló en contra del Estado bonaerense, condenándolo a un resarcimiento millonario a favor de Azurix. En síntesis, la privatizada se quedó con los subsidios estatales, con el resarcimiento y jamás cumplió con las inversiones. ¿Les suena conocido?

El gobernador de entonces, Felconocido -el mismísmo responsable del ingreso de la soja transgénica y las megafactorías porcinas a Argentina- fue quien creó ABSA, adquiriendo el Estado provincial la mayoría de las acciones, pero conservando la gestión del agua bajo la figura de una Sociedad Anónima, regida por el lucro y sin la mínima participación de los usuarios en las decisiones.

Así, la prestadora de agua potable más grande del país asimiló las pérdidas de la gestión privatizadora sin cambiar la esencia de la gestión. Y, como Felipe Solá nos tiene acostumbradxs, puso gran parte de este bien social al servicio de la rentabilidad sojera con su riego artificial, permitiendo el desvío de arroyos para la construcción de lagunas o el riego de canchas de golf en barrios ricos.

Hoy el agua escasea pero sólo para los barrios populares, porque en las residencias de lujo y grandes industrias no falta.

Por una gestión social del agua

La convocatoria al escrache levanta una plataforma básica para lograr una gestión hídrica al servicio de las necesidades populares y con sustentabilidad ambiental:

-Inmediata normalización del servicio de agua potable
-Creación de una empresa Sociedad del Estado, bajo gestión conjunta de sus trabajadores y usuarixs
-Saneamiento y protección de ríos, arroyos y humedales, fuentes naturales de agua dulce

Mientras ABSA siga siendo una Sociedad Anónima, se regirá por el lucro privado, no por las necesidades populares; mientras sea dirigida por los funcionarios y no por sus trabajadores y usuarios, no se garantizará este derecho humano básico.

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