viernes, 19 abril 2024 - 15:33

Actualización y bono. Los jubilados cada vez peor para cumplir con el FMI

La titular del ANSES Fernanda Raverta y el ministro Massa anunciaron en la tarde de ayer una actualización general del 15,6% y un bono de $ 10.000 por 3 meses -para los jubilados que cobran la mínima-, lo que llevaría los haberes de estos jubilados que representan el 80% del padrón a $ 50.124 más el importe del bono. La canasta básica para los jubilados se calcula arriba de los $ 150.000. Niveles de indigencia para los adultos mayores para cumplir con las metas de ajuste fiscal que exige el FMI. Desde el MST en el FITU exigimos junto a los que trabajaron toda la vida, el 82% móvil y un básico que cubra la canasta.

Junto a las jubilaciones, también se actualizan con la aplicación de la movilidad, las Asignaciones Universales por Hijo (AUH), las asignaciones salariales de trabajadores y monotributistas, las pensiones no contributivas y las pensiones para discapacitados. Un universo de 16,5 millones de beneficiarios. Los aumentos jubilatorios sólo contemplan a los jubilados nacionales que dependen del ANSES. Las cajas provinciales y los regímenes especiales no están contemplados, como por ejemplo la caja más grande que es la del IPS de la provincia de Buenos Aires.

El aumento general del 15,6% abarcará a todas las escalas jubilatorias, pero el bono de $ 10.000 llegará sólo a los que cobren la mínima y será de $ 7.000 para los que cobren dos mínimas. Quienes cobren más de $ 107.000 no recibirán ninguna compensación. Con lo que continúa la política de achicar las ya sumamente devaluadas escalas.

Que un adulto mayor cobre apenes $ 60.000 pesos –con bono especial incluído- debería darle vergüenza a los funcionarios que lo anuncian como un gran logro.  El gobierno anunció, además, con bombos y platillos, que la nueva actualización para las jubilaciones de diciembre lleva el valor, de estas exiguas jubilaciones, a actualizarse por encima de la inflación.

Lo cierto es que el incremento anunciado en la fórmula registra, según anunciaron los funcionarios, un 72,5% para todo el año en curso, lo cual estaría 27,5 puntos por debajo de la inflación proyectada. Las personas que no reciban los bonos tendrán una pérdida de ingresos del 13,8% de punta a punta.

Pero la actualización anunciada del 107% con respecto a diciembre de 2019 -para los que cobren el bono de $ 10.000- omite señalar la pérdida constante del poder adquisitivo mensual de las jubilaciones, frente a una inflación que ahora redondea el 7% cada mes y más de un 100% anual. Esta pérdida constante durante los meses en que no se activa la movilidad (cuatro veces al año), licúa los ya bajísimos haberes que cobran los jubilados.

En este sentido, en un estudio realizado por Marcelo Capello y Laura Caullo, investigadores de Ieral de la Fundación Mediterránea, según informa INFOBAE (2): “los autores precisan que el haber previsional mínimo (que perciben 63% de los jubilados) presenta este año una caída del 6% considerando los bonos y del 13% si no se los considera.”. Según Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, los haberes se han depreciado en un 20% en los últimos cinco años, achatándose constantemente la pirámide jubilatoria. Agrega además la dramática situación de las prestaciones a los discapacitados. Casi un millón de personas que cobran el 80% de la jubilación mínima.

En esta oportunidad se aplicará el tope de actualización en diciembre, aprobado por el Congreso el 2020, por iniciativa del gobierno de los Fernández – Fernández, por el cual “el aumento que los jubilados reciban en todo el año no puede ser superior a la variación de recaudación de recursos que van al Anses por beneficio, incrementada en un 3%” (1). ¡Jubilaciones de miseria y encima topes de actualización!

La reducción de los presupuestos destinados a las jubilaciones y pensiones, como a asignaciones familiares y otros beneficios asistenciales ocupa una parte importante del presupuesto nacional. En su afán de achicar el déficit fiscal, el FMI exige una baja importante de estos presupuestos, que es ejecutada por el gobierno puntualmente a través de la licuación permanente de las partidas utilizando una altísima inflación.

El FMI ya ha señalado la necesidad de hacer una reforma aún más profunda del sistema, atacando los regímenes jubilatorios especiales, que en gran parte son conquistas de los trabajadores de distintos gremios e intentando bajar, aún más, los ya misérrimos valores que cobran nuestros jubilados. Mientras, son comunes las postales de jubilados de avanzada edad que buscan changas y hasta juntan cartones para intentar cubrir los gastos de supervivencia básicos que el actual haber jubilatorio, a nivel de indigencia, no cubre.

Contestando a aquellos con constantemente hacen campaña sobre las “sustentabilidad” del sistema jubilatorio, o los que desde el gobierno y la oposición avalan las exigencias de más ajustes del FMI, Semino denuncia también, como es usado el fondo de Sustentabilidad del ANSES, es utilizado por los gobiernos de turno para financiarse. Hoy de ese fondo el 73% está invertido en bonos del Estado para cubrir sus necesidades financieras.

Hace falta terminar con esta aberración que, si la sumamos a la crisis que tiene el sistema de salud, lleva a los adultos mayores a una verdadera catástrofe humanitaria. Hace falta como reclaman los compañeros de Jubilados de Izquierda en ANCLA y del MST, recuperar el 82% móvil y aumentar el mínimo a los niveles de la canasta de jubilaciones, entre otras demandas.

  1. La Nación del 11/11/2022.
  2. Infobae 23/10/2022.

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