viernes, 19 abril 2024 - 09:40

Acto del 17 de octubre y deuda. ¿Giro político o maniobra electoral?

De los tres actos centrales llamados por la coalición gobernante para celebrar un nuevo aniversario del 17 de octubre, este fue quizás el que se presentó con un sesgo más radicalizado. Su principal oradora, Hebe de Bonafini, lanzó un llamado para no pagar la deuda con el FMI, criticando  al presidente. Las duras declaraciones de Hebe abrieron una polémica entre algunos sectores de la vanguardia sobre su real contenido ¿Será un punto de inflexión en la coalición gobernante o, como nos tienen acostumbrados los integrantes del gobierno, a pocas semanas de las elecciones vuelven a hacer como el tero, que pone el grito en un lado y el huevo en el otro?

La presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, incondicional de Cristina Kirchner, no ahorró expresiones para referirse a los pagos y al nuevo acuerdo con el FMI que viene gestionando Guzmán con Manzur y el apoyo de todo el gobierno: “Señor presidente, la mitad de los argentinos estamos bajo la línea de la pobreza, hay una gran mayoría de pibes que hoy están comiendo apenas, ¿y usted quiere pagar la deuda?, ¿con qué?, ¿usted quiere pagarle la deuda a Macri, que es el chorro más grande del país? Usted quiere hacernos pagar un robo. La deuda no es nuestra. Le quiero decir que este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda externa. Hoy empezamos”.

Hebe también le cuestionó que prefiere juntarse con los grandes empresarios y los gordos de la CGT y hasta le preguntó cuánto valen los alimentos que le da a la perra, cuando hay tanta hambre y miseria. En el mismo sentido, contra el FMI se pronunciaron los demás oradores del acto: Amado Boudou y los sindicalistas Baradel (Suteba),  Catalano(ATE) y Correa (Curtidores), además del intendente de Ensenada, Mario Secco, entre otros.

El acto no fue patrimonio únicamente del “kirchnerismo duro”, en él estuvieron representados muchos actores de la coalición gobernante, como las cabezas de las listas de diputados de Provincia de Buenos Aires y CABA, Tolosa Paz y Santoro; el gobernador Kicillof y varios de sus ministros, encabezados por el jefe de Gabinete, Martín Isaurralde, y varios ministros nacionales como Jorge Taiana, Daniel Filmus, Juan Zabaleta y Santiago Cafiero.

Hasta pocas horas previas a la iniciación del acto se especulaba con la presencia del presidente Fernández, quien según los medios periodísticos declinó su intención de cerrar el acto después de haber alentado a la concurrencia dado el tenor de los discursos programados.

Distintas columnas se hicieron presentes, entre ellas se destacaron La Cámpora, HIJOS, la CTA de Yasky, ATE Capital, el Movimiento Octubre, la Corriente Martín Fierro, el PJ porteño, la Tupac Amaru, la CTD Aníbal Verón, el Frente Social Peronista, la agrupación de Luis D’Elía, el Peronismo Militante y la agrupación «Megafón». El diputado albertista Valdés con un cartel que decía “Frentetodismo al palo” y Los Irrompibles radicales del Leandro Santoro, entre otros.

El golpe electoral y el ajuste del doble discurso

Cuando se presentaron las candidaturas del Frente de Todos para las pasadas PASO, Cristina despejó toda duda sobre su apoyo a las negociaciones con el FMI al respaldar el pago de los vencimientos que restaban saldar -más de U$S 4.000 millones- utilizando los DEGs que entraron al país con el objetivo original de ser destinados a los requerimientos del combate a la pandemia.

Luego de la catastrófica derrota del Frente de Todos en las PASO, la misma Cristina hizo pública una durísima carta dirigida al presidente. En la misma cuestionaba que Guzmán -un ministro al cual le aclaró que no pedía su cabeza- había subejecutado el presupuesto social en más de la mitad de lo presupuestado (como exigía el Fondo, agregamos nosotros) y que debía cambiarse el rumbo. La necesidad de “poner dinero en los bolsillos de la gente”, la famosa “platita” de la que habló Gollán, debía ser el curso para revertir, aunque sea tan solo en parte, la derrota electoral.

Acompañando el discurso de Cristina, se conoció el aún más duro audio “filtrado” de la diputada ultra cristinista Fernanda Vallejos. En un verdadero sincericidio, la legisladora reveló que votaron una fórmula jubilatoria que bajaba las jubilaciones y que, por la política implementada por Fernández, se abrió la economía prematuramente porque la gente se “cagaba de hambre” ocasionando miles de víctimas evitables por el contagio con Covid.

Pasó un mes de las PASO, de la semana de crisis expuesta del oficialismo y el nuevo gabinete más a la derecha. Sin embargo, mientras Guzmán y Manzur, el jefe de Gabinete propuesto en la carta de Cristina se reúnen para cerrar con el FMI y los inversionistas (buitres) internacionales, la “platita” reclamada no aparece. Apenas algunos pequeños paliativos que no pesan en el presupuesto y el achique general del gasto. Los sondeos electorales muestran a su vez que el gobierno se encamina a una nueva y dura derrota el 14 de noviembre próximo.

En los últimos días, Máximo volvió a cargar contra el FMI diciendo que “cada dólar que se destine al pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional es un dólar menos para el pueblo». Como antes cargó contra Pfizer pero terminaron comprándoles millones de vacunas.

También Feletti, el nuevo secretario de Comercio, salió a imponer un congelamiento de precios por 90 días a empresarios que se han llenado de plata remarcando mientras la mayoría de la población tiene cada vez menos acceso a los alimentos. ¿Será este “congelamiento” como los anteriores acuerdos entre gobierno y empresarios, que los grandes comerciantes incumplían y el gobierno, mientras los reprendía, miraba para otro lado?, ¿con qué dinero van a comprar los jubilados, trabajadores con salarios devaluados, beneficiarios de planes sociales por debajo de la línea de indigencia, si no se decreta un aumento inmediato de emergencia para cubrir el costo de la canasta familiar?

El relato peronista, una de cal y otra de arena

Así, mientras Guzmán-Manzur acuerdan con el FMI, el ministro Domínguez les hace nuevas concesiones a los representantes del agro power y Fernández cierra el coloquio de IDEA con Hebe como la más radical; pero también con las amenazas de Feletti o los dichos de Máximo, pareciera que hay dos políticas en el seno del mismo gobierno.

Los dos sectores, sin embargo, no tuvieron ningún problema en confluir en la plaza del 17 de octubre pasado: balas contra el FMI,  exigencias para Fernández en el palco y apoyo desde abajo de muchos de los principales funcionarios y candidatos albertistas y cristinistas a un acto que, más allá del contenido de los discursos, fue para respaldar al gobierno y las candidaturas del Frente de Todos. La mayoría de los dirigentes allí presentes apoya, como Santoro ratificó en recientes declaraciones, el acuerdo con el FMI, calificando la propuesta de la izquierda de romper y dejar de pagar la deuda, como algo totalmente irresponsable.

Es evidente que la derrota y la fuga de una cantidad importante de votantes del Frente de Todos hacia la izquierda, en particular hacia las listas del FIT-U, ha obligado a ajustes en parte del discurso oficial, si hasta Alberto en algún escenario propicio- no en el seminario de IDEA- también habla para la tribuna de los mandamases imperialistas, como en la cumbre de finanzas del G20, de un pacto de solidaridad global con mayores plazos de pagos y menos tasas para pagar las deudas soberanas. Es que, cuando la “platita” no aparece, hacen falta combativos discursos o llamados a la solidaridad a los buitres que dominan el mundo. Hay matices y crisis en el Frente, pero no cambio de rumbo.

Hebe de Bonafini, dirigiéndose a Alberto señaló que “somos parte del pueblo que lo votó, y que lo va a seguir votando si se comporta como debe, y las primeras que vamos a pedir que lo voten somos nosotras si usted nos acompaña a no pagar la deuda externa”. El gobierno está pagando puntualmente el crédito fraudulento de U$S 44.000 millones que contrajo Macri con el FMI y por eso no aparecen los “dineros” para los bolsillos de la gente. ¿ Cumplirá Hebe y los que sostienen sus dichos y llamarán a no votar a Fernández si sigue pagando? O como ella señaló: “volvimos a ganar con una coalición, o con una junta, donde algunos no nos gustan, pero si esos que no nos gustan no hubieran estado, no hubiéramos ganado”, y en consecuencia volver a llamar a votar al mal menor. Creo que usted, lector, ya adivinó la respuesta.

Por la mayor unidad para enfrentar al FMI

Desde el palco del 17 se señaló que allí comenzaba “una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda externa”. Bueno, la Autoconvocatoria por la suspensión e investigación de la deuda acaba de lanzar una  marcha unitaria para el próximo 4 de noviembre, llamando a todos los que acepten movilizarse por dejar de pagar este fraude que tanto le cuesta a nuestro pueblo. El llamado es un llamado amplio a todos los que estén dispuestos a movilizarse por este reclamo central. ¿Se van a sumar a esa acción los dirigentes que en la plaza del 17 dijeron que van a luchar contra la deuda?

En todo caso la fecha y el llamado están planteados. A la vez, le decimos a los miles de compañeros que creyeron que votando al Frente de Todos encontrarían una herramienta válida para enfrentar a la derecha que vengan con la izquierda. A los que sueñan y pelean por un país cuyos recursos vayan a cubrir las necesidades de trabajo, salario, jubilaciones, asistencia social, salud y educación que reclama nuestro pueblo les pedimos que apoyen al FIT Unidad. Está más que claro que lo que privilegia el Frente de Todos, utilizando un doble discurso, termina siendo el programa de toda la derecha, desde Juntos hasta Milei, y los grandes empresarios: acordar con el Fondo y seguir sumiendo a nuestro pueblo trabajador en la peor de las miserias.

Por eso, los llamamos a movilizarse contra la deuda con la Autoconvocatoria el 4 de noviembre y a acompañarnos en las luchas de los trabajadores y de nuestro pueblo. Y en las próximas elecciones a apoyar a los que hacemos de la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda externa una bandera central de nuestra lucha, los que conformamos el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad.

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