sábado, 20 abril 2024 - 04:50

A 82 años de su asesinato. Las ideas de Trotsky siguen recorriendo el mundo

“Quien se arrodilla ante el hecho consumado

Es incapaz de enfrentar el porvenir”

León Trotsky

Un 21 de agosto de 1940 dejó de latir el corazón revolucionario de León Trotsky, el golpe del piolet en la mano del agente estalinista Ramón Mercader fue a la cabeza, pero la vigencia de Trotsky y del producto de esa cabeza, sus ideas, continúa presentes.

El nuevo éxito de uno principales dirigentes de la Revolución Rusa, fue convertirse en un suceso editorial en Buenos Aires, 82 años después de su asesinato. Luego de dos años de ausencia a causa de la pandemia, volvió a la Ciudad de Buenos Aires la Feria del Libro, uno de los eventos culturales más reconocidos internacionalmente que se realizan en el país. Lo novedoso de este capítulo de la feria fue que el libro más vendido fue “La Fuga de Siberia en un trineo de renos”: un texto del revolucionario ruso que relata su escape cuando iba en camino al destierro a Siberia, en pleno círculo polar ártico, después de haber dirigido la primera Revolución Rusa como presidente del Soviet de Petrogrado, para volver a sus tareas en la construcción de la revolución. Este récord no se trata solo de un éxito de un novelista de moda, por el contrario, es un claro síntoma de la actualidad de Trotsky.

Pero Trotsky, que era un gran escritor, abrazó durante toda su vida otra profesión que incluye a la de escribir, la de militante revolucionario. De nacimiento ucraniano, era también un orador vibrante, y ejecutor brillante de las tareas que le planteaba el gobierno de los soviets. Como poner en pie el sistema ferroviario destruido para volver a conectar un país de una geografía inmensa como Rusia, o la construcción del Ejército Rojo, modelo en todo el mundo, sólo por mencionar unas pocas. El texto que fue suceso de ventas no es sólo literatura, sino que los hechos que se cuentan allí son parte de otra tarea revolucionaria, fugarse del destierro zarista para retomar su militancia lo más pronto posible. Desde los 17 años hasta el día de su asesinato Trotsky había sido un revolucionario, así lo escribía en su testamento: “Fui revolucionario durante mis cuarenta y tres años de vida consciente y durante cuarenta y dos luche bajo las banderas del marxismo. Si tuviera que comenzar todo de nuevo trataría, por supuesto de evitar tal o cual error, pero en lo fundamental mi vida sería la misma. Moriré siendo un revolucionario proletario, un marxista, un materialista dialéctico y, en consecuencia, un ateo irreconciliable. Mi fe en el futuro comunista de la humanidad no es hoy menos ardiente, aunque sí más firme, que en mi juventud.”

Una vida al servicio de la revolución

La fuga que cuenta el libro suceso en la Feria en Buenos Aires, apenas muestra la disposición a arriesgarlo todo de Trotsky para seguir militando en el movimiento socialista ruso e internacional. Fugado de esa última detención se une a Lenin que ya estaba en el exilio para colaborar con ISKRA.

Entre su salida de ISKRA, y la unificación con el partido de Lenin que se daría definitivamente en 1917, Trotsky lleva adelante debates centrales para el futuro de la revolución. Entre los que destacan el carácter de la Revolución Rusa, y el tipo de partido para revolución. Muchas veces muy alejado de Lenin y otras más cerca. Pero el debate, los puntos comunes y las muchas diferencias que mantenía con el que ya con 40 años se había convertido en el Viejo entre los revolucionarios rusos, enriquecieron la teoría marxista. Si el régimen que instauraría la revolución sería una Dictadura del Proletariado, si la revolución tendría necesariamente cumplir una etapa burguesa o directamente sería una revolución obrera como planteaba Trotsky en la Revolución Permanente y si el Partido con Centralismo Democrático, o un Partido laxo más parecido a un movimiento. Estos debates formaron el bagaje teórico del marxismo ruso, ganando en este debate las posiciones de Lenin en algunos temas y Trotsky en otras. Lo que los fue uniendo hasta que estos compañeros se convertirán en los líderes indiscutidos de Octubre.

Una vez producida la Revolución Trotsky siempre fue propuesto por Lenin para encabezar las tareas más complejas: Las negociaciones de paz, la restauración de los ferrocarriles, la construcción del Ejército Rojo. Un papel principal en el gobierno, en la III Internacional. Hasta que luego de unos años le propuso dar una batalla conjunta en el partido para impedir que Stalin se apropiara del partido.

La muerte temprana de Lenin, la ofensiva de Stalin que venía de antes. El cansancio de las grandes masas provocado la guerra civil después de la Gran Guerra mundial, la muerte o el agotamiento de la vanguardia obrera bolchevique en la guerra civil, crearon el contexto en el que Stalin para iniciar su camino a la consolidación y expansión de poder en el Partido, comenzara la persecución contra Trotsky y gran parte de los miembros más destacados del Comité Central.

Una vez expulsado de la URSS Y comenzar su recorrido por lo que se llamó el Planeta sin Visado, Trotsky se dedicó de lleno a la que consideró la tarea más importante de su vida, la conservación del legado de Octubre contra el Termidor estalinista.

 Una brutal persecución

La trotskista cubana Celia Hart Santamaría había caracterizado el objetivo del asesinato por parte del estalinismo, así lo escribía en un texto publicado en un libro editado e impreso en Venezuela en 2011, años después de su muerte a los 45 años en un confuso accidente de tránsito en La Habana: “Engels dijo en el discurso frente a la tumba de Carlos Marx que Carlos Marx fue el hombre más odiado y calumniado de todos los tiempos. Pues bien: León Trotsky lo ha sido todavía más. Pues fue calumniado por el imperialismo y por millones y millones de comunistas que se dejaron arrastrar sin querer por los cantos del stalinismo. Por eso la víctima del stalinismo no fue solamente el morador de la casa de México. Hubo otro intento de asesinato en Coyoacán. Con Trotsky intentaron asesinar la idea de la revolución. En gran medida se consiguió confundirnos (…) Por suerte esas ideas no se pueden matar. El asesinato de León Trotsky constituyó el intento de asesinar la palabra dentro de la revolución socialista. Y la palabra es el arma más poderosa con que contamos…”

Pero la persecución del estalinismo contra Trotsky no fue solo su asesinato. Por el contrario, fue una política sistemática de exterminio físico de sus hijos, su primera compañera y amigos cercanos, que incluyó la de su principal colaborador, León Sedov. Su hijo, que era responsable del trabajo político de los bolcheviques leninistas al interior de Rusia y en la edición del Boletín de la Oposición, la publicación de la Oposición de Izquierda. Sedov fue asesinado mientras se recuperaba de una operación de apendicitis en Francia, a meses de la realización de la primera Conferencia de la Cuarta Internacional. Ya había presenciado el suicidio de su hija Zinaida y estaba sufriendo la desaparición en Rusia de su hijo Serguei, el ingeniero que no quiso salir del país cuando su padre y gran parte de su familia fue expulsada. Su primera compañera Alexandra terminó sus días en Siberia, a la que ya la había enviado en otros tiempos también el Zar Nicolás II. 

La orden por Stalin, “Maten a Trotsky”, que fue dada en 1934, consistió en una operación de NKDV, la agencia de inteligencia de la burocracia que incluyó deportaciones al estilo zarista, los asesinatos mencionados, las desapariciones de familiares, y un largo etcétera, según pudo conocerse una vez caído el estado burocrático, cuando se pudo investigar en los archivos de la URSS.

Esta operación no solo requirió de una inversión multimillonaria mientras el pueblo de la URSS todavía no se recuperaba de la miseria y el hambre, sino que además quedó claramente probada con la apertura de los archivos luego de la implosión de la URSS, la brutalidad de la dictadura estalinista y quedaba al desnudo frente a la historia el verdadero papel del estalinismo como cabeza de la contrarrevolución. Pero también se confirmaba que el trotskismo es el llamado a construir la teoría, el programa y la organización de la revolución. En fin, se constataba el triunfo de Trotsky en el terreno de las ideas.

El bolchevique leninista

Desde la unificación de los Interradios, la pequeña organización trotskista al interior de Rusia con militancia sobre todo el Petrogrado, con los bolcheviques, meses antes de la Revolución de Octubre, Lenin, el arquitecto de la revolución afirmaba que después de haber comprendido que era imposible la unidad con los mencheviques, se había convertido en el mejor bolchevique, desde entonces Trotsky fue el primer bolchevique leninista como el mismo llamaba a la Oposición de Izquierda.

Las razones centrales de esta denominación tenían que ver con la disputa contra el estalinismo, pero sobre todo con la reivindicación del concepto leninista de partido obrero revolucionario, tanto a nivel nacional como internacional. Luego de haber debatido ásperamente con Lenin sobre el carácter del partido, Trotsky, que había dicho que la organización que proponía el líder de la Revolución llevaba a la “dictadura del comité central” y en definitiva a la “dictadura del secretario general”, se hace un defensor inclaudicable del partido de Lenin.

Trotsky dedico sus últimos años a la que, como dijimos más arriba, consideraba la tarea más importante de su vida: la estrategia de la construcción de verdaderos partidos bolcheviques y de la Cuarta Internacional.  

Noticias Relacionadas