El gobierno nacional, envalentonado con un análisis parcial del resultado electoral en CABA, entre este lunes y martes avanzó con nuevos ataques directos a las y los trabajadores. En el caso de la docencia, impide el derecho a huelga declarando a la educación como un supuesto “servicio esencial”. Lo que también declara para la salud y el transporte. Por otro lado, anula la paritaria nacional al elimina la participación del Estado nacional, a través de la Secretaría de Educación en acordar piso salarial docente en el país. En ese marco la CTERA realizó hoy su jornada de lucha, dando libertad de acción a cada sindicato: en algunos hubo ceses de actividades o solo movilización y “jornada” de protesta. Si bien hablaron de paro, paro no hubo ni convocaron ninguno. El ataque es grande, la acción tiene sabor a poco. Tenemos que ir por un plan de lucha que nos unifique con otras luchas y de continuidad, incluso con una masiva Marcha Federal Educativa.
Hay bronca y fuerza por abajo
En la provincia de Buenos Aires, la muy alta adhesión al paro de este martes 20, mostró la predisposición y la voluntad de lucha de la docencia. La bronca crece, no solo por mejores salarios como un eje clave para la docencia; sino que la bronca avanza ante un ataque integral a todos nuestros derechos. Y surge la necesidad de defender conquistas tan importantes como el derecho a huelga, que Milei quiere prohibir, pero atacada también por Kicillof que amenazó con sanciones, descuentos y llegó a declarar la conciliación al paro, intimando a la FEB y a quien proteste para abstenerse de luchar.

Los problemas se acumulan, la precarización laboral, las condiciones de trabajo cada vez más violentas y los problemas de infraestructura en la provincia de Buenos Aires se hacen sentir. Por eso el problema no es solo la brutalidad del ataque nacional, sino la tijera de los gobernadores que también avanza.
Docentes, estatales y la salud de todas las provincias sufrimos esta doble situación que acumula bronca. La rebelión en Tierra del Fuego muestra también que los problemas van mas allá de lo estatal y empieza a resentir todo el entramado social. Y que la única perspectiva es pelear, ganar la calle y en la más amplia unidad en la acción.
Las elecciones recientes muestran el alto porcentaje de abstencionismo. Incluso y fundamentalmente en CABA donde apenas votó la mitad de la gente, demuestran el desgaste y el descreimiento de los trabajadores y el pueblo en el régimen político. ¿Será la calle la que pueda entusiasmar y dar una perspectiva más concreta para lograr torcer estos escenarios? A eso apostamos.
La burocracia debe salir de la parálisis
Con la idea de no hacer olas y no convocar a paro de SUTEBA para tratar de preservar a Kicillof, no solo acordaron una paritaria provincial que sigue dejando nuestros sueldos por debajo de la línea de pobreza, sino que en esta jornada convocada por CTERA y las dos CTA, se limitaron a anunciar un “cese de tareas”, aunque con muy poca difusión y tratando de mostrar una formal protesta, que no alcanza para enfrentar el nivel de ataque. Cuando SUTEBA podría organizar un real cese de actividades provincial, que no se limite de conjunto a justificar con artículo gremial (los 115).
Por eso, después de un paro masivo como el que hicimos el martes pasado las y los docentes bonaerenses, prende salir a luchar. Y mas allá de la voluntad de Baradel y la Celeste de SUTEBA, este jueves 22 con la docencia marchamos desde diferentes lugares de la provincia, colaborando para eso el paro de ATE, cuya conducción percibe también la bronca y decidió convertir su “jornada” y marcha en un paro real, que fue masivo, reubicándose ante la presión de las bases y activistas.

Lo cierto es que hay ambiente y necesidad de salir a defender lo básico, que es sacar a la docencia, auxiliares, salud y estatales de la pobreza, la precarización y el apriete constante. La burocracia pagará un alto costo si cree que no hacer olas es la mejor dinámica.
Además, logra el efecto contrario, porque en Buenos Aires crece la bronca contra Milei, pero también hacia el gobernador que quieren proteger. En las escuelas, el paro de los auxiliares y el cese de actividades de hoy, así como el parazo del martes, se hicieron sentir. La bronca busca un canal y salir a pelear es una necesidad.
Acto a espaldas de las y los trabajadores, cómo seguirla
En el marco de esta jornada, con la Multicolor realizamos una columna independiente en la que participaron muchos docentes con el grito de: “CTERA, escucha, queremos plan de lucha…”. En esa columna conteníamos la unidad de docentes y estatales, y con Alternativa Docente y Alternativa Estatal fuimos parte de este armado.
Porque la jornada convocada por las dos CTA fue al ministerio de Economía de la Nación, para expresar el “apoyo incondicional al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y al gobernador Axel Kicillof”, y “respaldar los diez puntos del gobierno provincial como una salida frente a la política de ajuste, endeudamiento y entrega del gobierno de Milei”, como expresamente afirmaron. Cuando es claro que Kicillof descarga en la docencia, la salud, estatales, familias, jóvenes y sectores vulnerados esa crisis y ajustazo nacional
Por eso la burocracia, en un escenario de espaldas a las y los trabajadores, tuvo a varios oradores y cerraron con Yasky, con discursos cortos y evitando mencionar un plan de lucha, un paro y la Marcha Federal Educativa que está votada para darle continuidad frente a estos ataques. Los gremios docentes de la CGT estuvieron ausentes, pese a denunciar, de palabra, que no debe haber docentes debajo de la pobreza.

“Con esto solo no va a alcanzar…”. Frente a esta situación, se impone un verdadero paro general, un plan de lucha nacional real, que desde abajo frene la avanzada de Milei, pero también ponga sobre la mesa la necesidad de mejorar los salarios y revertir el ajuste de los gobernadores, incluido Kicillof.
Sin dejar de exigirle a la burocracia, es necesario ahora realizar asambleas en las escuelas, consultas a la docencia, mandatos escritos y convocar a un Plenario Provincial de Delegades para discutir colectivamente cómo seguir con un plan de lucha. Será tarea de las y los trabajadores, con la Multicolor, poner en marcha esos espacios de debate necesarios para encarar esa tarea y tomar en nuestras manos la lucha en la calle. Un gran desafío por delante para todos.