jueves, 22 mayo 2025 - 18:38

Congreso. Cayó la sesión por actualización de las jubilaciones 

Un nuevo bochorno en la cámara baja donde el gobierno y sus cómplices evitan que se discuta un aumento jubilatorio. 

Una promesa de sesión

 Este miércoles, mientras se realizaba la habitual protesta de los jubilados en las inmediaciones del Congreso, la Cámara de Diputados iba a discutir diversas iniciativas, entre ellas, la actualización de los haberes jubilatorios y una nueva moratoria previsional.

La sesión también tenia como objetivo discutir otros temas relevantes, como la definición de las autoridades de la comisión investigadora del escándalo financiero conocido como estafa $LIBRA, justo en un contexto en el que el Gobierno eliminó la UTI que debía encargarse de esa investigación.

Además, dos iniciativas más: la designación de representantes para la Auditoría General de la Nación (AGN) y la declaración de emergencia por las inundaciones que afectan al AMBA.

En total había 14 dictámenes. La mayoría de los bloques de la oposición coincidian en el aumento de las jubilaciones en torno al 7,2% y en actualizar el monto del bono.

Sin embargo, la falta de consenso en los demás puntos y la disputa interna produjo que la sesión cayera. Solamente dieron quórum 124 diputados, y ni siquiera los bloques convocaste como Unión por la Patria y Democracia para Siempre lograron llevar a toda su bancada.

Festejan los libertarios qué lograron ordenar sus filas de aliados y tener al PRO servil a sus deseos luego de las elecciones en la Ciudad.

Proyecto de jubilaciones

Las propuestas en torno a las jubilaciones incluyen tres aspectos centrales:

1. La actualización de los haberes y del bono complementario —congelado en $70.000 desde marzo del año pasado—.

2. La creación de una nueva moratoria para quienes no cumplen con los 30 años de aportes.

3. La recomposición de la deuda que la Nación mantiene con las cajas previsionales provinciales.

En las visperas a la sesión, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, declaró en la cumbre de AmCham 2025 que “toda norma que se apruebe y vaya contra alguno de los ejes básicos, el Gobierno la va a vetar”, anticipando la postura oficial ante una posible aprobación de la ley que se debate en Diputados.

Francos agregó que el temario de la sesión era “todo negativo”, y concluyó con un contundente “por supuesto que vamos a vetar”.

Democracia condicionada

Francos no se limitó a opinar sobre la sesión. También defendió el uso del veto presidencial por parte del Gobierno, asegurando que “se han respetado todos los mecanismos institucionales”, y que “hemos utilizado los resortes previstos por la Constitución, dado que somos minoría”.

Lo cierto es que, aunque el Gobierno se mueve en los márgenes del sistema democrático, es el propio sistema el que le permite hacerlo. Y son los poderes que podrían limitarlo —como el Legislativo o el Judicial— los que muchas veces actúan con complicidad.

Desde la reforma impulsada por Cristina Fernández de Kirchner que amplió el alcance de los DNU, hasta los votos que diversos bloques tradicionales le han brindado al oficialismo, todo ha contribuido al modelo de poder que hoy ejerce Javier Milei.

Un régimen democrático que abarca todo, pero que en el fondo no resuelve nada. Esa es la crítica que gana fuerza tras las últimas elecciones legislativas, donde la baja participación reflejó un creciente descontento social.

Siguen pegando abajo

El Gobierno ya vetó, con complicidad de sectores del Congreso, un proyecto previo de actualización de haberes jubilatorios. Desde entonces, la única “respuesta” para los jubilados han sido las represiones que cada miércoles organiza la ministra Patricia Bullrich.

Ahora, no se responde a la urgencia de uno de los sectores más postergados,  frente a una posible mejora —que de todos modos resultaría insuficiente para garantizar una vida digna a los adultos mayores— el Congreso siquiera dió el quórum para debatirlo. De esa cueva de bandidos, no podemos esperar nada.

Por eso, urge impulsar la lucha por jubilaciones dignas, reabrir las moratorias previsionales y denunciar las represiones salvajes contra quienes reclaman derechos básicos. Llenar de solidaridad cada miércoles de jubilados y que sea una bandera de todos los sectores en lucha.

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