viernes, 23 mayo 2025 - 12:36

Filo UBA. Urge una asamblea para enfrentar el ajuste

La crisis social, política y económica que atravesamos estudiantes, laburantes, jóvenes y sectores populares se profundiza todos los días. El gobierno de Milei impulsa un plan de ajuste salvaje a beneficio del FMI y las grandes corporaciones extractivistas a costa de quienes vivimos de nuestro trabajo. Esto solo puede hacerlo gracias a la complicidad, por acción u omisión, del PRO, la UCR y sectores del peronismo. Les estudiantes tenemos que tomar cartas en el asunto.

El dato contundente de las elecciones del domingo en CABA fue que más del 46% no se presentó a votar, expresando hartazgo con los partidos tradicionales. A pesar de contar con todo el aparato del gobierno nacional y Milei volcado a la campaña; La Libertad Avanza sacó el 30% del los votos, que solo representa el 15% del padrón. El verdadero derrotado fue el PRO, que después de 18 años de hegemonía, no se impuso en ninguna comuna. La estrategia de Santoro de moderarse para enfrentar a la derecha demostró que tampoco es por ahí. Los resultados terminan evidenciando la desconfianza en un régimen político que está al servicio de la especulación inmobiliaria, la represión y el ajuste. Desde el Frente de Izquierda Unidad, aunque nos borraron de la agenda mediática, con una campaña sin recursos y a pulmón, logramos conquistar una banca que ocuparán compañeras como Cele Fierro. Una herramienta que servirá para las mayorías populares en la Legislatura porteña.

Universidad para pocos

Después de las tomas del año pasado y la enorme marcha educativa del 23 de abril, estamos ante una nueva etapa en la visibilización del conflicto universitario. Es importante aclarar que las medidas de lucha convocadas no fueron discutidas democráticamente en asamblea y desde abajo con toda la comunidad educativa. Tenemos el desafío de volver a poner en pie el movimiento estudiantil en unidad con docentes y no docentes.

Milei avanza con un paquete de reformas que reconfiguraría el sistema universitario. Detrás de palabras difíciles y la excusa de la “modernización” se esconde una lógica privatista a exigencia del FMI. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), lejos de oponerse, son parte de esta ofensiva. No es casualidad que se proponga una Evaluación Nacional del Desempeño Académico (ENDA) que no apunta a mejorar la calidad educativa, sino a jerarquizar carreras “rentables” y marginar aquellas que no generen “productividad” para el modelo económico reprimarizado y dependiente que quieren imponer. A esto responde el proceso de “bachillerización” de nuestras carreras. En Filosofía y Letras el Consejo Directivo ya aprobó los títulos intermedios de Artes y Filosofía y avanza la discusión para aprobarlo en Letras. En el país de Milei no hay futuro para los profesionales licenciados que no puedan pagar un posgrado para completar su formación. Sin importar el color político, en vez de combatirlo, las autoridades universitarias terminan administrando el ajuste y adaptándose a ese proyecto que precariza aún más las condiciones laborales y el conocimiento, subordina la investigación al mercado y forma estudiantes como “mano de obra calificada” al servicio de los intereses empresariales.

La implementación del Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios (SACAU) busca estandarizar los planes de estudio bajo un modelo de créditos transferibles. Este sistema, que esperan implementar por completo para 2027, implica que los contenidos académicos se midan en unidades de valor intercambiables, los Créditos de Referencia (CRE), y cada uno equivaldría a 25 horas de trabajo del estudiante. Esto no solo atenta contra la autonomía universitaria, conquista clave de la Reforma del ‘18, sino que también borra los límites entre lo público y lo privado. No es modernización: es la nueva Ley de Educación Superior del menemismo, un proyecto de ajuste y mercantilización que debemos frenar.

Con esta misma lógica promueven la xenofobia y el racismo institucional que expulsa a miles. Bajo la fachada de “ordenar el país” y “proteger los recursos públicos” el reciente comunicado del gobierno ataca hipócritamente a les migrantes pobres mientras profundizan la entrega de nuestra soberanía al capital extranjero. El decreto impone reformas migratorias regresivas, el arancelamiento de la salud y educación pública, el fortalecimiento del aparato represivo y legitima la persecución racial y los discursos de odio. Queda claro que para Milei hay migrantes que si y migrantes que no ¡Si es el mismo que firmó el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que garantiza 30 años de privilegios fiscales, jurídicos e impositivos para las corporaciones mineras, petroleras y financieras! Es falso que “no hay plata” por culpa de les migrantes. Se va al saqueo legalizado, la evasión fiscal, la fuga de capitales, el gasto en represión ¡o estafas cripto! Cuya comisión investigadora acaba de ser disuelta por decreto, obra del presidente que decía que “quien no se deja auditar es chorro” para investigar la ejecución de presupuesto en la Universidad Pública. Nosotrxs no vamos a aceptar que se culpe de la crisis y se estigmatice a quienes cruzan fronteras buscando una vida digna, mientras se premia a quienes cruzan fronteras para llevarse nuestros bienes comunes. Migrar no es un delito, el racismo institucional sí.

Mientras tanto en nuestras facultades crece la solidaridad con las luchas en curso: les jubilades que son ejemplo cada miércoles enfrentando a la policía de Bullrich y su protocolo antirepresivo. Los choferes, el Garrahan, el Bonaparte, los metalúrgicos de Tierra del Fuego y la incontable lista de quienes enfrentan el ajuste.

Acá no se cansa nadie

Les estudiantes no podemos quedarnos de brazos cruzados ni aislades. Para que no gane el individualismo, ni la lógica del “sálvese quien pueda” y que el descreimiento en los mismos forros de siempre se traduzca en organización necesitamos que el CEFYL sea la vanguardia de esa iniciativa.

Le exigimos al CEFyL que convoque YA a una asamblea abierta, democrática y resolutiva, que nos permita debatir colectiva y sanamente los pasos a seguir. Es urgente impulsar instancias de coordinación con otros claustros y facultades en defensa de la universidad pública. Y levantar una voz clara contra el ajuste, en defensa de la educación, la salud, el trabajo y los derechos de todes, sin importar su nacionalidad.

La asamblea estudiantil ha sido históricamente nuestra herramienta para organizarnos, deliberar y luchar. Hoy más que nunca, necesitamos reactivarla para que nuestras respuestas estén a la altura del momento histórico que estamos viviendo. La universidad se defiende peleando y sin participación no hay respuesta posible. El ajuste no se negocia: se enfrenta.

¡Por la defensa de la educación pública y para que ganen todas las luchas, organización de estudiantes desde abajo!

Tesis XI + Independientes
Fotos de @lararapisardi

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