domingo, 13 abril 2025 - 16:47

UE. Kit de supervivencia ¿para quién y por qué?

Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista.

Por Gérard Florenson

La última tendencia: el kit de supervivencia que todos deberíamos tener en casa para aguantar unos días en caso de catástrofe, hasta que se restablezcan las condiciones de vida normales. ¿En caso de desastre? Los gobiernos e incluso la Unión Europea (UE) lo dicen claramente: en caso de conflicto militar, estamos invitados a prepararnos para ello.

Mientras se espera que los kits ya preparados se vendan en los supermercados, en círculos en los que no falta de nada y se castiga con entusiasmo a los ciudadanos imprevisores, se discute qué debe contener el kit. ¡En la lista de artículos imprescindibles incluso pensaron en un juego de cartas para pasar el tiempo en los refugios!

Esta repentina preocupación es sorprendente. Las situaciones dramáticas no son nuevas, ni siquiera en Europa: inundaciones, fuertes nevadas, terremotos e incluso accidentes en plantas químicas no sólo han causado víctimas y destrucción, sino que también han dejado a poblaciones sin hogar o al menos aisladas, sin electricidad ni agua potable. Sin embargo , no nos hablaron de un kit de supervivencia.

Lo que está claro es que el cambio climático aumentará los riesgos y que los ahorros en seguridad de las instalaciones, incluidas las centrales nucleares, van en la misma dirección. En lugar de defender el almacenamiento individual, debemos cuestionar la concentración de la distribución a gran escala y la política de tener lo mínimo.

Además de los artículos cotidianos que muchos ya tenemos en casa, se nos aconseja abastecernos. Ministros, militares, periodistas a cargo, estas personas no conocen los difíciles fines de mes de quienes apenas pueden anticipar sus compras y es fácil predicar cuando se tienen aparadores bien abastecidos y una bodega .

¿Guerra mañana? ¡Ganancias al instante!

El revuelo en torno al kit de supervivencia tiene un único objetivo: asustar a la gente para que acepte sacrificios que permitan gastar sumas colosales en presupuestos militares, en detrimento de servicios útiles. Para los capitalistas es más rentable fabricar tanques y misiles que vender velas. Los clientes están todos ahí: los Estados, cuyo trabajo es volverse solventes recortando los beneficios sociales. Y en todos los países se están haciendo preparativos para aumentar el número de fábricas de la muerte.

Al mismo tiempo, la amenaza de guerra sirve para justificar restricciones a las libertades democráticas. Vemos represión contra una supuesta apología del terrorismo, los opositores al rearme pronto serán enemigos internos…

“El capitalismo lleva consigo la guerra como una nube lleva consigo la tormenta” (Jean Jaurès). Si queremos paz, pan y libertad, ¡destruyamos el capitalismo!

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