En el marco del Día Internacional de las y los Afrodescendientes, que es el 31 de agosto, desde Periodismo de Izquierda dialogamos con Nico Parodi, fotógrafo y militante de la Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR), sobre la situación actual de la comunidad afroargentina.
Contanos cuál es tu identidad y si sufriste episodios de racismo o discriminación…
Nosotros y nosotras desde la Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR) nucleamos afroargentinos, afroargentinas y afrodescendientes, y normalmente no hablamos de afro. Porque afro no es una identidad. Puede ser un estilo de ropa o de peinado. Además, destacamos el de y no en la argentina. Es simple: el de indica que somos de acá. En cambio, el en se centra en una comunidad que no es de Argentina, sólo compuesta por extranjeros migrantes. Y no es algo contra ese grupo social, sino que ese discurso refuerza que en Argentina los afrodescendientes desaparecimos en las guerras de independencia o en las epidemias de fiebre amarilla o cólera. Entonces lo que pasa en Argentina es que somos invisibilizados, negados y extranjerizados. Por ejemplo, no aparecemos en las estadísticas oficiales, luego se nos niega la existencia y para finalizar se indica que si hay afrodescendientes son solo extranjeros.
Casi todos los afroargentinos pasamos por hechos de discriminación o racismo. Uno típico es ¿de dónde sos?, que retoma la idea que no somos de acá. Pero lo más importante es ir hacia un cambio más estructural, ir en contra del racismo estructural e institucional. No solo hacer un raconto de experiencias personales. Apuntamos a reforzar a la comunidad afroargentina con políticas públicas serias y no solo hechos aislados de experiencias personales.
Así como con la crisis económica y social se agudizó la violencia de género, ¿creés que también agudiza la discriminación?
A la violencia de género, como al resto de las problemáticas sociales, es necesario racializarlas. La violencia de género no es la misma contra una mujer blanca que contra una que no lo es. Por eso también retomamos la idea de la interseccionalidad, que implica la articulación de género, raza y clase. Ninguna es superior a la otra, pero en la Argentina siempre se habla de clase, en los últimos años se fue incorporando el género a las distintas luchas y falta discutir la raza.
Si uno imagina un barrio popular, una villa, ¿son personas blancas las que viven ahí? Lo mismo con las cárceles: ¿son todas personas blancas las encarceladas? En esos casos vemos un alto porcentaje de personas racializadas y no es algo casual. Lo mismo pasa con los casos de gatillo fácil, hay que ver la pata racial en todos esos casos.
¿Cuál es la situación actual de la comunidad afro en Argentina y los reclamos pendientes?
Desde el Estado y desde la propia Constitución nacional se fomenta la inmigración europea. A pesar de las reformas constitucionales, esto no cambió hasta el día de hoy. Pero cuando uno sale a la calle y mira mejor, te das cuenta que no somos todos europeos. Y muchos que se creen europeos, cuando pudieron viajar allá se dieron cuenta que no eran tomados como europeos. No nos catalogamos como un grupo minoritario: sumada a los pueblos originarios, somos una amplia mayoría.
Entrevistó: Guille Castro